Intel no levanta cabeza. Filtrando la propaganda de la compañía en la cuenta resultados de la primera parte del año, se puede entrever que casi podría ser una empresa rentable si se hubieran ahorrado los dividendos. Como dijo su jefe ejecutivo hace unas semanas, el futuro del otrora rey de los procesadores domésticos, depende del éxito en sus tecnologías de fabricación.
Desde hace un tiempo, se sabe que ciertas pantallas con la tasa de refresco variable activada, pueden sufrir un parpadeo que se produce cuando hay un cambio brusco en la tasa de fotogramas. Pasa con todas las tecnologías, pero los paneles OLED parecen ser más problemáticos que los clásicos TN, VA e IPS.
Se han detectado unos problemas de estabilidad en procesadores de Intel que afectan a las generaciones 13 y 14. Según el fabricante, el origen del problema está en la configuración de placas base con chipsets de la serie 600 y 700, donde se desactivan las protecciones de sobrecorriente, temperatura y frecuencia para alcanzar mejores rendimientos o menores consumos.
Alguien nos trajo hace unos días un Ryzen 9 7940HS. Se trata de un Zen 4 portátil con 8 núcleos y un TDP de 35 W que supera los 700 mil puntos. Logra la posición 38 del ranking general y su rendimiento está a la par del Ryzen 7 7700X.
El popular emulador multiarquitectura Qemu, ha llegado a su novena versión. Una de las novedades más interesante es la capacidad de virtio-blk para gestionar múltiples colas IO en multihilo para un sólo disco.